Se puede
considerar amarillista a todo aquel que sigue fines exclusivamente económicos
sin importar importar el proceso. Esto esta relacionado con el sensacionalismo
donde la información es inventada, alterada o exagerada, despertando la
curiosidad de las personas y al mismo tiempo, olvidando uno de los principios
básicos del periodismo: orientar. Otra denominación de periodismo amarillista
podría ser, aquella clase de periodismo que busca distraer al público de temas
importantes mediante asuntos sin sentido. Pero es particularmente necesario la
fotografía y su habilidad para llamar la atención a través de montajes.
Este tipo de
prensa es bastante difundido en la prensa periódica popular, ilustrada y
semanaria en los que se ofrece información macabra, sentimental, erótica,
pseudocientífica, de crimen, catástrofe, rapto, atraco, vicio, escándalo,
etcétera. Además, de cambiar la
estructura establecida de la noticia. El periodismo amarillo se dirige a un
público mal formado y progresa en las democracias donde se utiliza libertad
informativa para menospreciar a los hombres. Esta clase de periodismo es
ejercido por periodistas pocos escrupulosos a los que la ambición le ha ganado
a la moral.
Este tipo de
prensa surgió en Nueva York con Pulitzer y Hearst, el primero trato de ganarle
a la rutina a través de la exageración de hechos y de enfocarlos desde
perspectivas diferentes a las de la época. Hearst creía que toda información le interesaba a todos, por eso creaba
las noticias. Al mismo tiempo se desarrollo la empresa periodística y de los
medios tecnológicos. El Journal de Hearst al tener tanto éxito fue imitado por
periódicos en Estados Unidos y Europa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario